Críticas de cine

He de admitir que acudí al cine con algún que otro prejuicio. Creí, iluso de mí, que Milos Forman se limitaría a repetir una fórmula que ya le había funcionado en el pasado. Que nos volvería a mostrar la otra cara del genio, de la figura histórica, cambiando al Mozart de su ‘Amadeus’ por Goya. Me equivocaba de cabo a rabo.

'Los fantasmas de Goya' no tiene nada que ver con ‘Amadeus’, hasta ahí bien. Pero lo malo es que hemos cambiado el caviar por las acelgas (a quien le gusten las acelgas que piense en algo que no le guste y que me deje en paz).

Para empezar el guión va dando tumbos por la línea argumental sin saber muy bien si centrarse en narrar un momento turbulento de la historia española, en contar lo malos que eran los curas de la inquisición o en mostrar las desventuras de sus insulsos protagonistas.
Los personajes, tanto protagonistas como secundarios, son tremendamente planos, un elenco de estrellas que representan papeles que no despiertan ningún tipo de empatía en el espectador y que nunca te acabas de creer.
Dejemos a un lado el hecho de que cuando algunos actores (y sobre todo actrices) se doblan a sí mismos parecen estar detrás de la pantalla del cine recitando su papel con un micrófono. No hablemos de secundarios como Blanca portillo que, como no tubo suerte de inquisidora (Alatriste), prueba ahora a hacer durante cuatro minutos de reina ecuestre. Hablemos de los protagonistas.
Bardem no acaba de encontrar la motivación de su personaje, la razón para hacerlo creíble. Da la impresión de que no sabe muy bien si quiere poder, si desea a Natalie Portman o si lo que realmente busca es precisamente eso que no tiene: una motivación, algo en lo que creer. Todo este desbarajuste no es únicamente gracias al actor, hay un guión detrás que respalda muy bien esta inseguridad.
Pero gracias a Dios que tenemos a Natalie (y además haciendo doblete, os reto a encontrarla repetida). A ella le han dado uno de esos papeles que hacen suspirar a la sala: guapa e injustamente tratada. Si he de ser sincero, la mayor parte del tiempo me importaba más que no se me cayeran las palomitas que lo que le pudiera pasar a la señorita Portman.
Y, cómo no, nos queda Goya. Aquí hay que reconocer que el actor no lo hace mal. Al pobre Stellan Skarsgard no le tocan muy buenas películas ya que entre su filmografía encontramos 'El rey Arturo' o 'El exorcista: el commienzo'. Puedo imaginar que cuando le ofrecieron el caramelito de interpretar al pintor aragonés el hombre estaría encantado. Goya, es uno de esos personajes que comienzan la película siendo un espectador más y que poco a poco va involucrándose en la trama, para finalmente volver a su posición inicial de espectador al renunciar a cambiar el curso de los acontecimientos. Tiene la suerte de interpretar uno de los pocos momentos memorables cuando su personaje se queda sordo. Pero desgraciadamente todo intento de sostener lo insostenible - la trama - se queda en nada.
Podríamos decir que toda la culpa es del guión para así (pese a haber intervenido en él) tratar de salvar a Milos Forman. Pero desgraciadamente la dirección de la película deja mucho que desear. Para empezar, ha quedado demostrado que el señor Forman no sabe dirigir escenas de acción. Tanto da que aparezca un solo soldado fusil en mano o todo un regimiento capitaneado por un noble español. Las localizaciones parecen secarrales escogidos al azar. En conclusión, existen mil y una razones para no creerse lo que sucede ante los ojos del atónito espectador.
Cuando una película no ha gustado mucho, se suele hacer alusión a su banda sonora, pero en este caso la música es probablemente lo peor de la película. Tanto es así que Héctor, un amigo que me acompañaba, se giró hacia mí en un momento dado y me dijo: "Pero si parece música para una película de superhéroes".
Para concluir y no ser del todo negativo, os confesaré que hubo una escena que me gusto mucho. Es un momento álgido en la trama, casi al comienzo de la película, cuando yo aún pensaba que la cosa podía arreglarse. En ese momento, la familia de la joven Inés (Natalie Portman) se revela contra la inquisición. El giro es muy bueno, de esos en los que cuando parece que la injusticia va a triunfar aparece un héroe que tiene las agallas para luchar por lo que cree y quiere. Pero bueno, un solo giro no puede salvar una mala película, así que por favor no vayáis a verla. En todo caso bajáosla del emule y rebobinad hasta ese momento.

P.D. No entiendo cómo en este cártel de la película que he encontrado, sale el rey, un personaje que aparece en escena unos cinco minutos.